Carbones  Fabricantes, Comerciantes, Proveedores

El carbón es generalmente una roca de color oscuro que se ha formado a partir de restos de plantas fósiles. Estas plantas murieron hace millones de años y se han transformado en carbón bajo la exclusión del aire y la presión de las capas de tierra que se depositan encima. La hulla o el lignito geológicamente más joven se utilizan tradicionalmente para la calefacción, ya que el calor se libera durante la combustión. El carbón se utiliza en las centrales eléctricas de carbón para generar electricidad mediante la producción de vapor que impulsa las turbinas de la central. Sin embargo, la combustión del carbón libera dióxido de carbono en cantidades relativamente grandes, un gas que contribuye decisivamente al cambio climático. Esta salida tampoco puede ser reducida por los sistemas de filtrado. La única manera de hacer que las centrales eléctricas de carbón sean más respetuosas con el medio ambiente es aumentar su eficiencia, de modo que, en términos relativos, se necesita menos carbón para producir la misma cantidad de energía. El lignito también es responsable de la llamada lluvia ácida, ya que el dióxido de azufre se libera a la atmósfera cuando se quema. La lluvia ácida daña plantas, aguas y edificios. Sin embargo, la instalación de filtros modernos ha reducido considerablemente este riesgo medioambiental en las últimas décadas. El carbón también es necesario para la producción de acero, lo que ha dado lugar a la aparición de zonas siderúrgicas y carboníferas como la región del Ruhr en Europa. Sin embargo, los métodos alternativos y más respetuosos con el medio ambiente de producción de energía han reducido la rentabilidad de la minería del carbón y el lignito, lo que también ha contribuido al declive económico de estas zonas industriales.